lunes, 28 de enero de 2013

El 'roster sistema' de los Lakers

Los Angeles Lakers vencieron a Oklahoma City Thunder. El equipo angelino que pasa por una de sus peores crisis de resultado –y de juego- le birló ‘una victoria segura’ al mejor equipo de la competición. De esta forma, con el resultado de 96-105 los Lakers consiguen su segunda victoria consecutiva tras una racha de cuatro encuentros sin saborear el triunfo. Hasta aquí todo son estadísticas.

La mejora de juego del equipo californiano fue evidente. Kobe Bryant lleva dos encuentros repartiendo 14 asistencias y la defensa de los de púrpura y oro está siendo mucho mejor -aunque no era difícil superar lo mostrado hasta el momento-. Sin embargo, el factor clave de estos últimos partidos es el paso delante de sus jugadores. Tras ver su orgullo pisoteado –en ocasiones por su propio juego- los Lakers se quitaron de encima la presión de las dieciséis banderas de campeón colgadas en el Staples Center y salieron a la pista dispuestos a demostrar lo que han de ser por historia, por talento y por plantilla: candidatos a todo.

Noah Graham/NBAE (Getty Images)

En el encuentro de ayer, eran Nash y Bryant los se dirigían a sus compañeros en los tiempos muertos ejerciendo sus papel de líderes. Mandando, proponiendo jugadas y dando consejos. D’Antoni era un espectador de lujo en primer fila viendo como el bastón de mando era llevado por sus jugadores. Impotente al ver que el motivador era Bryant y no él y solo acertaba a sostener la pizarra mientras que era Nash quien tenía el rotulador en la mano mostrando la siguiente jugada.

No, no es la primera vez que un jugador toma la palabra en un tiempo muerto, claro que no. Sin embargo, sí que parece cierto que los jugadores de los Lakers quieren arreglar el entuerto con o sin Mike D’Antoni. 

Tal vez sea solamente un espejismo y la victoria ante los Thunder sea un ramalazo de orgullo de los Lakers, pero puede que se trate de una reacción. Del grito de un equipo campeón. Solo con partidos lo sabremos. En este momento lo mejor que le puede pasar a Los Angeles Lakers es que llegue el próximo partido, que no les de tiempo a relajarse. Qué sus jugadores sienta la presión de la humillación cerca, que saquen el campeón que llevan dentro.
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