miércoles, 17 de agosto de 2011

Sobre Rudy Fernández y su miedo a lo desconocido

No pensaba desempolvar WSH hasta el comienzo del Eurobasket. Me tentó hablar del lockout, también de los partidos de streetbasket jugados por las estrellas de la liga, el hacer reportajes sobre la historia de la NBA o los recientes amistosos de la Selección Española. Nada de eso consiguió sacarme de mi letargo, que no vacaciones, hasta que ayer se anunciaba el fichaje de Rudy Fernández por el Real Madrid mientras que dure el lockout y tres temporadas más tras terminar su contrato con los Dallas Mavericks.

Hace un tiempo escribía sobre el miedo de Rudy Fernández a triunfar en este mismo blog. La pataleta de niño pequeño que protagonizó cuando sus representantes, o empresa de representación, no consiguieron sacarlo de Portland.

Ahora vuelve a ocurrir algo parecido, pero con matices. Rudy vuelve a desconfiar de su talento. Ahora tiene más cosas a favor de las que poseía en Oregon. Llega al equipo campeón de la NBA y a una franquicia que, según ha manifestado en boca de mandamases, hiceron un esfuerzo para que fuese el español quien entrase en el trade por la elección de draft intercambiada. Llega a un equipo compacto, con posibilidad de jugar playoff hasta las rondas finales y del que se espera que defienda su anillo con uñas y dientes. Está claro que tendrá que trabajar para conseguir minutos en el conjunto tejano, pero la situación ha variado y puede por fín hacerse un nombre en la NBA.

Rudy volverá a compartir jugadas espectaculares con Sergio Rodriguez (Apuestas pro)


Sin embargo, ficha por el Real Madrid, operación que no veo mal. Va a la capital española, juega durante el lockout y se vuelve a las americas con el objetivo de por fin demostrar su talento de una vez por todas. Pero, su falta de confianza le ha hecho ceder en la clausula de vuelta tras terminar contrato o pagar una indemnización al conjunto blanco. Una falta de confianza, de nuevo, en su talento. La negación de que su juego durante esta temporada, si se juega, le pueda llevar a un buen contrato. Atar la posibilidad en España, por si acaso. Por que tal vez no consiga demostrar lo que lleva dentro. Un nuevo acto de cobardía.

Si es el jugador que se presupone, el conjunto blanco o cualquier equipo de Euroliga o NBA estaría pendiente de su final de contrato. De cuando se convierta en agente libre. Un free agent cotizado y no un jugador amarrado por otro equipo en una cláusula de fracaso en la NBA

Después de decir todo esto está claro que la decisión personal del jugador. Su forma de afrontar su carrera deportiva. No dudo de su talento, nunca lo hice y hasta que no me demuestre lo contrario no lo haré. Pero sí de la falta de confianza y complejo de inferioridad de un diamante aun sin pulir que puede brillar mucho.

Durante la historia reciente del baloncesto muchas estrellas de Europa han buscado su éxito a la NBA de forma distinta. Juan Carlos Navarro fue para demostrar que podía jugar allí y volvió con el trabajo hecho, Bodiroga prefirió ser el mejor jugador en Europa, y dominante total, y no dar el salto y por otro lado Rudy decide dejar un colchón demasiado cómodo por si el sueño americano le desvela por miedo a lo desconocido.
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