jueves, 18 de noviembre de 2010

Análisis | Oden lesionado... de nuevo

Ya es el colmo de la mala suerte lo que está viviendo el pivot de Portland Trail Blazers. Llegó como un jugador que iba a dominar la pintura durante muchos años, llegó con la duda de su verdadera edad dado el aspecto de persona más adulta que tenía. Llegó impresionando. Solo hace falta ver sus videos en la Universidad de Ohio State para demostrar que era un verdadero intimidador en la pintura.

Bueno esta historia ya la conocéis. Está y su lesión anterior, y el debate de si volvería a ser el mismo. La actualidad es que le tendrán que operar de nuevo. Será en su rodilla izquierda de nuevo, tras descubrir que tenía un cartílago perforado y por lo tanto se perderá toda la temporada. (Done for season).

La operación se hará en una clínica especializada de Vail (Colorado) y cuando pueda volver a las pistas será con otra camiseta ya que los Trail Blazers no ejercerán su posibilidad de renovación y pasará a ser agente libre restringido este verano y podrá fichar por el equipo que más le guste para la temporada 2011/2012 (si el convenio lo permite)

De esta forma y a la espera de la recuperación total de Przybilla los Blazers vuelven a tener el mismo problema que la temporada pasada: falta de efectivos en la pintura. Dampier y Voshkul pueden ser las posibilidades. Las mismas que tienen Lakers para suplir la baja de Theo Ratliff .

A esto le debemos de sumar la baja de Roy que es una cama más llena en la enfermería de Blazers que con todos sanos sería un equipo muy competitivo, pero que de momento salvan los muebles muy honrosamente.


viernes, 12 de noviembre de 2010

Historia| El jugador de la sonrisa

Aprovecho una práctica del curso Titulo de experto Periodismo Deportivo que estoy cursando para actualizar el blog. Aquí os dejo un breve perfil sobre Magic Johnson.

El equipo estaba en silencio. Faltaba Kareem. Falta él. Faltaba la estrella. En el avión Earvin Johnson Jr. miró al coach y le dijo. “Yo jugaré de pivot”. Un base de 2’05, alguien genuino, único, irrepetible. El rookie era un chaval de 20 años, una estrella en la universidad de Michigan State.

Se jugaba la final de la NBA. En frente, los Sixers de Julius Eaving, 3-2 para Lakers. Se disputaba el sexto partido. Todo por decidir, pero sin Abdul Jabbar.

42 puntos, 15 rebotes y 7 asistencias de un jugador que estaba destinado a marcar una época. Un base con cuerpo de pívot, una leyenda desde el año uno. Anillo para Lakers como carta de presentación, vaya comienzo para Magic.

Fue el inicio de la sonrisa. De la magia. Del renacer de la NBA. Pases imposibles, guiño a las cheerleader en los tiros libres, cinco campeonatos. Hubo un antes y un después. Algo brotó de un balón naranja, de una cesta, del parquet.

Alguien reinventó un deporte, rompió barreras, mostró el camino. Luego llegó Jordan, Kobe, Lebron. Llegaron los demás. Estaban los Dr. J, los Bird, los Thomas, los McHale, pero sólo uno sonreía, solo uno inventaba, sólo uno tocaba la puerta de lo inédito. MAGIC JOHNSON.

¿Quieren otra conclusión? Lo dijo una leyenda, James Worthy, Big Game “No creo que haya otro base de 2.05 que te sonríe mientras te humilla'. No, no lo habrá.

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