Una de bases

A la espera del macro traspaso por Howard la salsa de este mercado estival ha sido el cambio de cartas en el puesto de base. Incorporaciones que sobre el papel, nadie sabe que puede suceder durante la temporada, mejora a los equipos. Sorprendentemente todas las franquicias que se han movido para fichar un base han encontrado lo que llevan buscando en los últimos años. Pongamos tres ejemplos: 

La magia de Nash llega a L.A

El canadiense llega a Los Ángeles Lakers en busca del anillo. Un jugador creativo, con experiencia y capaz de anotar con fluidez. Sí, uno de los mejores jugadores de las últimas décadas en el crepúsculo de su carrera. 

Desde Nick Van Exel ningún otro base laker promedía más de 8,8 asistencias por partidos, y que Kobe Bryant sea el máximo asistente de la última temporada dice mucho. Los Lakers llevan años buscando un base diferente. Derek Fisher cumplía el papel de hombre experimentado capaz de dar el balón para que se horneara en las manos de Bryant y de ser decisivo en los minutos finales desde el 6,75. Sin embargo, su poder de creación y de anotación no le daba a su equipo ese plus desde la posición de playmaker. 

Sessions solucionó lo de la anotación, pero agravó lo de la imprecisión. Y por último Blake aporta un lanzamiento exterior irregular y una distribución errática. Nash viene a solucionar todos esos problemas. Con 39 años, muchos kilómetros en las piernas, pero más cerebro y talento que alguno de sus antecesores. 

Mr. Fundamentos a la Gran Manzana

Los New York Knicks se han cansado de pruebas. Aunque parezca mentira. La apuesta final es la solvencia de Jason Kidd. Los fundamentos del base de San Francisco llegan al Madison Square Garden para complementar la pareja de creadores con Iman Shumpert. Con un Baron Davis semiretirado y con la lesión del novato Shumpert, los Knicks se vieron obligados a darle la alternativa a Jeremy Lin. 

Un gran anotador, toda una aparición mediática. Sin embargo, el americano de origen taiwanés aporta una electricidad no siempre positiva. Kidd llega con el poso de ser campeón de la NBA con Dallas Mavericks a una plaza donde cualquier error es un abismo hacía el infierno. Woodson consigue la consistencia que no tuvo el año pasado. ¿Por fin un acierto en los Knicks? 

The Captain Kirk vuelve a Chicago 

Nunca se debió ir, pero el afán de los Bulls por aligerar límite salarial para conseguir a un codiciado free agent acabó con los huesos de Kirk Hinrich en Washington. De esta forma Chicago comenzaba un periplo sin un base de garantías para suplir a su superestrella Derrick Rose. Aunque las lesiones les ha lastrado, la llegada de Kirk a la ciudad del viento logrará suplir de forma solvente la baja de Rose y cuando el MVP se recupere, formará una pareja que se complementa a la perfección. Los Bulls se hacen con un jugador con compromiso, buen defensor y con buenas elecciones en su lanzamiento desde el perímetro. 

Tres grandes incorporaciones que mejora lo anterior. Tres jugadores veteranos que fichan por equipos que quieren luchar por el título y en grandes mercados. Serán mirados con lupa, pero lejos de distraerse aportarán mucha IQ a su equipo, cosa que no había sucedido en los últimos años en la posición de base en estas franquicias.