La historia de vez en cuando nos tiene preparado una gran final. Como si hubiese un destino pre marcado en el mundo de la NBA. Cada cierto tiempo hay un enfrentamiento entre Lakers y Celtics. Algunos, los más aficionados a las conspiraciones, dicen que es Stern el que ésta vez le ha dado al botón del comisionado para hacer que estas dos históricas franquicias se enfrenten. Favores arbitrales ya saben.
Todo para quitarle méritos a unos orgullosos Celtics que han sorprendido a todos. Se enfrentarán a los Lakers favoritos. A ese equipo favorito que aun tener ese estatus no ofrece la garantía que se le presupone debido a las cabezadas que da entre cuartos.
Sin embargo, todo lo dicho con anterioridad, previsiones, análisis o opiniones quedarán atrás para dar paso al espectáculo, a las luces, a los grandes jugadores y a la gran rivalidad. A las finales de la NBA.
El Staples estará a reventar. Vestido de gala para presenciar una final, otra más, la tercera consecutiva y de nuevo ante Celtics. Jack Nicholson ya tiene planchado el traje y preparados los chistes que le contará al oído a Doc Rivers. Las pancartas de los títulos angelinos colgadas en lo alto del pabellón están limpias y listas para mostrar orgullosas los títulos de los Lakers. Y Phil está motivando a sus hombres en la que puede ser su última final con los Lakers o en su carrera.
La estatua de Magic saludará a los aficionados a la entrada transportándolos a la historia que le dieron la gloria a ambos equipos.
Yo trasnocharé. Tengo mañana examen. Pero no fallaré a la cita. Con la camiseta de los Lakers, con ganas de derrotar a esos carteles de Beat L.A y esperando ver un gran espectáculo.
4 comentarios:
Buen artículo Mora y buen aguante esta noche.
Pásate por el blog para dar tú comentario, allí estaremos unos cuantos reunidos.
Saludos y suerte para el exámen.
Mucha suerte para tu examen... vamos Boston!!!!!!!!
Pues por ahora tus ganas de derrotar esos carteles se cumplen.
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