Tras una temporada mediocre para las aspiraciones de un equipo joven y talentoso los Chicago Bulls esperan que esta sea la temporada de su confirmación. Por fín.
Argumentos no faltan a pesar de no conseguir al agente libre deseado, Lebron James. La plantilla dirigida por Tom Thibodeau es suficientemente sólida para estar entre los mejores de la Conferencia Este. Con el cambio de entrenador y con Boozer como compañero de estrellato de Rose el camino está claro: conseguir el respeto como equipo candidato.
La inoportuna fractura de la mano derecha de Boozer hace apenas unos meses hará que Noah se tenga que volver a multiplicar, a lo cual está acostumbrado, en la pintura durante unas semanas. Deng tiene el deber de ser el alero atlético y explosivo que era antes de la lesión, Korver aportará lo que el año pasado no hacía el banco de los toros (a excepción de Hinrich, traspasado incomprensiblemente a Wizards) y Brewer deberá hacer olvidar al ex capitan bull
Con todos sanos Boozer deberá entenderse con Rose para ser una pareja letal en ataque y Noah aprovechar la lucha del ex Jazz para ser cemento en el poste bajo en defensa. Con estos cometidos más la aportación del resto de jugadores de un magnifico plantel debería llevar a los Chicago Bulls a cotas más altas que el año pasado, cosa que no es difícil si recordamos como tiraron parte de la temporada por la borda.
Deberían luchar con Milwaukee para ser los líderes de la división y clasificarse sin problemas entre los cuatro o cinco primeros de conferencia. A partir de ahí, en los playoff, lo desconocido. Sin duda un quinteto formado por Rose- Brewer-Deng-Boozer y Noah suena temible. Deberá funcionar el trabajo defensivo del nuevo entrenador y el juego colectivo de un quinteto que hombre a hombre asusta.
La Estrella:
Derrick Rose: Un año más experimentado deberá entenderse con Boozer para hacer uno de lo pick n roll más temibles de la liga. En el ámbito personal deberá mejorar el tiro para tener un mayor arsenal ofensivo. Lo que no cabe duda es que nos volverá a deleitar con sus penetraciones suicidas a canasta.
Texto integro de mi colaboración con Palco Deportivo. com
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