Playoff 2011 | Gasol se acuerda cómo gritar

En los dos primeros partidos de esta serie ante Hornets,  Pau Gasol no encontraba su juego. Ni su juego ni a él mismo. Apático, descentrado y desacertado. Realmente un lastre para su equipo. Aun encontrando lanzamiento fáciles el de San Boi no era capaz de anotar. Sus porcentajes de lanzamiento eran paupérrimos y su lucha en el rebote era mucho menor que a lo que nos tiene acostumbrados.

Gasol encontró sensaciones perdidas (Yahoo)

Los palos le llovieron desde la prensa de L.A. Muchos le culpaban de la primera derrota en el Staples. Como si el egoísmo de Kobe Bryant y la exhibición de Chris Paul no ayudaran también a la derrota angelina. Kobe hizo unas declaraciones oportunas para dejar claro que el español es uno de los mejores jugadores del mundo.

Pero llegó el tercer partido, y aunque parecía que Pau Gasol iba a seguir con la misma tendencia, un rebote ofensivo luchado como un guerrero con posterior falta personal de su defensor le despertó. Gritó, soltó toda la adrenalina, el lastre que llevaba encima durante la última semana.

Gasol volvió a hacer su juego y se unió a la exhibición de un Bynum que es dominante cuando está en forma. Lanzamientos de media distancia, esconder la pelota para luego entrar a canasta y doblar el balón a sus compañeros que se sitúan en el perímetro. El jugador desequilibrante que permitió que comenzase esta dinastía de los Lakers con su llegada a California.

El triple es solo una anécdota, pero también es un empujón más para que la moral del ala-pivot crezca y ayude a su equipo en una eliminatoria que estaba difícil, pero que ahora se ve más de cara. El campeón empieza a carburar, poco a poco sabiendo cual es su meta. El anillo.